Una cena oaxaqueña en Casa Betti

Dicen que Oaxaca es una tierra de bellas mujeres... y hoy nos dimos cuenta de que es verdad, no solo por sus ojos o su sonrisa, sino también por su corazón.

Y es que dos misteriosas mujeres oaxaqueñas, quienes quisieron permanecer en el anonimato, le dieron una rica sorpresa a las Damas Betti... pan de yema y chocolate de agua en una noche fría como la de hoy.

Las Abuelitas Betti no daban crédito a sus ojos y sonrieron ante la deliciosa cena... y dijeron que de ahora en adelante, nuestras amigas donadoras están en su lista de oraciones. Y entonces sucedió algo curioso... fue como si un aire de otra tierra llenara el comedor y parecía que estábamos en otro lugar. No lo sé... creo que es el poder mágico de la comida istmeña.

Quizás la mejor manera para describirlo es decir que esta noche, Casa Betti se convirtió en Oaxaca.