Ni sí, ni no... sino todo lo contrario

En nuestra Activación Mental de hoy quisimos divertirnos con las Damas Betti y vaya que la pasamos muy bien, pues nos entretuvimos con "El teléfono descompuesto" y "Ni sí, ni no".

Seguramente han escuchado esa frase que dice "no escucha pero bien que compone", ahora imagínen esa frase en una mesa con 15 señoras de edad avanzada y uno que otro problema auditivo.

La mesa se dividió en dos equipos, Las Potentes y Las Águilas, y el objetivo del juego era ver qué tan fiel llegaba el mensaje, que yo emitía, hasta el otro lado de la mesa, donde se encontraba Elvia para recibirlo, pasando por siete Damas Betti. El equipo cuyo mensaje que guardara cierta congruencia con el original era el ganador.

Entonces fue cuando se desató la diversión.

Primero dijeron que "dos sirvientas que se habían portado muy bien habían sido enterradas en el pasillo del asilo", cuando el mensaje original hacía alusión a que "dos arquitectos estaban supervisando a los albañiles que estaban trabajando en el jardín". No tenemos idea de dónde aparecieron dos sirvientas y porqué razón estarían enterradas en el pasillo del asilo.

Después dijeron que "de tantas tortas de plátano que comemos nos vamos a convertir en changos y nos treparemos a los árboles", cuando el mensaje original era "el menú de hoy son lentejas con tortas de plátano, ensalada verde y agua de horchata". ¿De dónde salieron los changos y los árboles?

Pero donde de verdad se perdió el control fue en Ni Si Ni No. Aquí entablaba una plática con cada una de las Damas Betti y la regla del juego era que bajo ninguna circunstancia podían decir las palabras "si" ni "no", pero que podían utilizar cualquier otra para expresar afirmación o negación, durante la plática.

Como se imaginarán esto se convirtió en un verdadero caos.

Por más que lo intentaron, en algún momento, inevitablemente, alguna de ellas decía "si" o "no", bajo la atenta mirada de sus demás Hermanas Betti, quienes trataban de consolarlas diciendo "es que nos hacemos bolas mana",pero el consuelo iba y venía enmedio de estrepitosas carcajadas.

Fue un día de verdad completamente entregado a la diversión de las Damas Betti.

Ya veremos cómo nos va la próxima sesión, mientras tanto, vamos planeando lo que viene. Y recuerden que como decía mi abuelita, "aquí el que no cae, resbala".